
Para el hombre invisible la jaula es un lugar de paz
«Soy un hombre invisible, no, no soy uno de aquellos trasgos que atormentaban a Edgar Allan Poe, ni tampoco uno de esos ectoplasmas de las películas de Hollywood. Soy un hombre real, de carne y hueso, con músculos y humores, e incluso cabe afirmar que poseo una mente. Sabed que si soy invisible ello se debe sólo a que la gente se niega a verme. Soy como las cabezas separadas del tronco que a veces veis en las barracas de feria, soy como un reflejo de crueles espejos con duros cristales deformantes. Cuando se acercan a mí únicamente ven lo que me rodea, o inventos de su imaginación. Lo ven todo, cualquier cosa menos mi persona» (El Hombre Invisible, Ralf Ellison).
La espiral de silencio es una teoría formulada por Elisabeth Noelle-Neumann en la cual el miedo al aislamiento social hace que el individuo se sume a opiniones mayoritarias y consensuadas. Para el hombre invisible la jaula es un lugar de paz es un ejemplo de la búsqueda de un espacio propio, construido para huir de la asfixiante realidad. El proyecto se compone de una serie de esculturas, instalaciones y dibujos realizados con cinta americana.
Dibujos y bocetos
Sin título. 15,5x21cm. Lápiz y cinta americana sobre papel. 2011.
Sin título. 16,4x23cm. Lápiz y cinta americana sobre papel. 2012.
Red Shadow. 100x100cm. Collage de papeles, lápiz y bolígrafo. 2012.
Detalle técnica.
Esculturas e instalaciones
Crisálida humana. Instalación, 2011.
Proceso de momificación.
Pira. Instalación lumínica para festival de luz, Madrid. 2014.
Momificación en 800 Club.
Proceso de momificación en 800 Club.
Escorpión blanco. Medidas variables, cinta blanca y film, 2013.
Instalación inmersiva en el espacio La Casa Franca, 2011.